¿Melancolía de fin de año o trastorno afectivo estacional?

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El trastorno afectivo estacional (TAE) es un tipo de depresión que sigue un patrón estacional, el cual generalmente se manifiesta durante los meses de otoño e invierno, cuando disminuyen las horas de luz solar. También conocido como “melancolía invernal” o “depresión invernal”, el TAE se caracteriza por la aparición recurrente de síntomas depresivos que remiten en primavera y verano. Aunque es menos frecuente, algunas personas pueden experimentar TAE durante los meses más cálidos.

La causa exacta del TAE no se conoce del todo, pero se cree que está relacionada con los cambios en la exposición a la luz natural que se producen con las estaciones. Para muchos, es como cargar con su propia nube negra en la espalda. Una menor exposición a la luz solar puede alterar el funcionamiento del reloj biológico (ritmos circadianos) y provocar variaciones en los niveles de neurotransmisores clave, como la serotonina y la melatonina, las cuales que desempeñan un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo y los patrones del sueño.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno afectivo estacional?

  • Estado anímico persistentemente bajo
  • Pérdida de interés o placer en actividades que anteriormente eran agradables
  • Disminución de la capacidad de concentración
  • Irritabilidad y ansiedad
  • Dificultad para concentrarse
  • Dificultad para dormir
  • Fatiga o falta de energía
  • Sentimientos de culpabilidad y desesperanza
  • Alteración del apetito y fluctuaciones de peso

¿Por qué se produce el trastorno afectivo estacional?

La frecuencia del TAE varía en función de la ubicación geográfica y de una serie de factores que pueden aumentar la vulnerabilidad de ciertas personas a desarrollar este trastorno. Entre éstos se incluyen:

  • Edad: La probabilidad de padecer TAE disminuye con la edad, siendo la prevalencia más elevada entre individuos entre 18 y 30 años.
  • Género: Las mujeres presentan una mayor propensión a padecer TAE que los hombres.
  • Ubicación: Las tasas de TAE son más marcadas en regiones con poca luz solar y noches de invierno más prolongadas. El riesgo aumenta a medida que uno se aleja de la línea del ecuador.
  • Antecedentes familiares: La genética puede contribuir a desarrollar TAE. Las personas con antecedentes familiares de TAE u otros trastornos depresivos tienen un mayor riesgo de sufrir esta condición.

¿Cómo se diagnostica el TAE?

El diagnóstico del trastorno afectivo estacional requiere una evaluación exhaustiva que incluya síntomas, historia clínica y la exclusión de otras posibles causas de depresión. El cuestionario de evaluación del patrón estacional (Seasonal Pattern Assessment Questionnaire, SPAQ) es una herramienta de diagnóstico usada con frecuencia que evalúa las fluctuaciones estacionales del estado de ánimo y del comportamiento. Para que se realice un diagnóstico de TAE, los episodios depresivos deben ocurrir en estaciones específicas durante al menos dos años consecutivos.

Las dos facetas del TAE

Manifestación otoñal: A menudo denominada “melancolía de invierno”, los síntomas suelen manifestarse a finales del otoño o a principios del invierno, mostrando una tendencia a desaparecer durante los meses más cálidos.

Manifestación primaveral: Aunque el TAE suele asociarse con los meses de invierno, algunas personas pueden experimentar una forma de “TAE inverso”, también conocido como “melancolía de verano”, cuyos síntomas aparecen durante las estaciones más templadas. Esta variante es menos frecuente, pero resalta la compleja relación entre la exposición a la luz y la regulación del estado de ánimo.

Opciones de tratamiento

La fototerapia es un tratamiento eficaz y ampliamente reconocido para el TAE. Consiste en la exposición a una luz intensa que simula la luz solar, generalmente durante 20-60 minutos al día. Se cree que la fototerapia ayuda a regular los ritmos circadianos y aumenta los niveles de serotonina, lo que puede aliviar los síntomas de la depresión. En los casos más severos, se puede recomendar psicoterapia o medicación, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

LO QUE DEBES SABER

  • Cuanto más al norte o al sur del ecuador, más común es el TAE
  • Curiosamente, el TAE no se da en los trópicos
  • La estacionalidad de los síntomas facilita el diagnóstico
  • El 90% de las personas con TAE experimentan síntomas depresivos durante el otoño y el invierno.
  • Solo un 10% sufre estos episodios durante la primavera y el verano
  • Aproximadamente el 20% de las personas afectadas por el TAE padecen trastorno bipolar
  • La ansiedad por consumir alimentos con alto contenido de carbohidratos y azúcar se desencadena por la disminución de los niveles de serotonina, un neurotransmisor asociado con la regulación del estado de ánimo y el apetito
Más allá de estos tratamientos convencionales, las modificaciones del estilo de vida también pueden desempeñar un papel importante para hacer frente al TAE. El ejercicio frecuente, especialmente las actividades al aire libre, la exposición a la luz natural para estimular la producción de vitamina D y mantener un horario de sueño constante son componentes esenciales de un enfoque integral para aliviar los síntomas.

Conclusión

El trastorno afectivo estacional es una forma recurrente de depresión vinculada a los cambios estacionales, que se produce con mayor frecuencia en los meses de otoño e invierno. Debido a que afecta el estado de ánimo, los niveles de energía y la rutina diaria, el TAE representa un problema significativo de salud mental que puede abordarse eficazmente mediante una combinación de fototerapia, modificaciones en el estilo de vida y, en algunos casos, psicoterapia o medicación. Aumentar la conciencia y fomentar la comprensión con respecto al TAE contribuyen a crear un entorno más propicio para quienes enfrentan los desafíos de esta afección estacional.